¿Cuántos
vivimos creyendo que el deporte era esencial para la educación y la salud? ¿Y
los videojuegos? ¿Acaso no nos mantienen activos sin necesidad de lesionarnos o
darnos un paro cardíaco? ¿Por qué oscura razón siempre se remarcan las bondades
de la actividad física y nunca nos señalaron las virtudes de los videogames? Un
prestigioso grupo de psicopedagogos, maestros y médicos ha estudiado algunas cualidades
significativas en la educación que aportaría el emblemático Pacman, quizás el
ícono de los videojuegos, para llegar a las siguientes conclusiones:
1-Motivación para la superación. El jugador de Pacman no se
conforma con llegar a pasar un nivel, siempre quiere más. No le importa si se
pasa horas o días enteros frente a la pantalla, si pierde el trabajo, repite de
grado o está sumergido en la dejadez total, lo importante es siempre superarse,
saber que estamos ganando. Algunos logran extrapolar esta batalla contra uno
mismo y la máquina a la realidad.
2-Razonamiento político. Desarrollado en E.E.U.U., el
Pacman es un jueguito no tan inocente como parece. El “fantasmita rojo” es,
claramente, el más peligroso. ¿Acaso no es una forma solapada de advertir los
peligros del comunismo?
3-El desarrollo psicomotriz. Seamos realistas, ¿qué es más conveniente
hoy en día, tener resistencia para correr un par de cuadras el colectivo o una
gran movilidad en los dedos para tipear más rápido? Los expertos advierten que
en estos tiempos de virtualidad es mucho más importante manejar con fluidez
todos los medios digitales que tener un cuerpo armonioso.
4-Lucha por la igualdad de género. Quizás pase desapercibido para
los jugadores novatos, pero los estudiosos han detectado un claro mensaje
feminista dentro del Pacman: el “fantasmita rosa” es mucho más inteligente,
incisivo y determinado que el celeste, un poco tonto y distraído a la hora de
perseguir al “comecocos”.
5-Fuerte impronta ecologista y de comida saludable.
Pocos se
han percatado que el premio mayor en cada nivel del Pacman es una fruta, Inconscientemente
nos están invitando a consumir comida saludable.
6-Introducción a la religiosidad. Como en muchos videojuegos, la
muerte está presente. Pero también está latente la resurrección, la
reencarnación o las múltiples vidas, todos conceptos presentes en las diversas
religiones.
7-Estimulación al pensamiento. En el Pacman no todo es lineal
como en el fútbol o el ajedrez. ¿Son fantasmas o medusas los que persiguen al
héroe? ¿Quién es el verdadero malo, el que come unos puntitos de manera egoísta
o los cuatro “guardianes” del alimento para futuras generaciones? Aunque
parezca simplón, el videojuego es un generador de horas y horas de debates
filosóficos.
8-Conciencia social. ¿Qué mejor forma de ayudar al colapsado sistema
médico que evitando las innecesarias lesiones deportivas? Un niño (o un adulto)
sentado frente a la consola de juegos no sale de su casa, no expone su cuerpo a
la intemperie, a los golpes, torceduras y riesgos de la actividad física.Quizás estos conceptos puedan resultar revolucionarios y polémicos, pero como siciedad nos debemos el debate. Es para recapacitar, ¿no hay otros videojuegos que te han ayudado en tu formación?
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