Hoy en día, que se le busca
explicación lógica a todo, un grupo interdisciplinario de sociólogos,
psicólogos y carpinteros, ha dedicado una exhaustiva investigación de dos años
para determinar “las razones por las que regalar un perfume a un niño es una
pésima idea”. Si bien, por ejemplo, la Colonia Pibes, es un regalo clásico de
cumpleaños, seamos realistas, ¿a qué chico le gusta que le obsequien un
perfume? He aquí algunas las cinco conclusiones de la investigación:
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El
“perfumito” es sabido, es el último recurso, cuando uno no quiere pensar, pasa
por una farmacia y a otra cosa mariposa. La criatura lo percibe, es lo mismo
que decirle en la cara, tu cumpleaños me importa tres carajos.
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¿Le
queremos sugerir, sutilmente, al homenajeado que huele mal?
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Si
el regalo no le gusta, ¿por qué puede cambiarlo en el negocio? ¿Un jabón, un
shampoo?
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¿Algún
chico le escribió alguna vez una carta a Papá Noel o a los Reyes Magos pidiéndole
una colonia? ¿Conocen algún niño que haya usado la plata del Ratón Pérez en
este tipo de lociones?
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¿Queremos
que el pibe sea un “bon vivant” sofisticado? Regalale un curso de catador de
golosinas o de etiqueta para niños.
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