La “limpieza” del predio de Ezeiza no funcionó: la verdadera razón de Argentina subcampeón.




            Inútilmente se ha analizado las razones futbolísticas que han llevado a la Selección Argentina a un nuevo fracaso. Digamos las cosas como son, la raíz del problema no tiene nada que ver con lo deportivo.
            No es casual el segundo puesto en el Mundial y esta misma posición en el podio de la Copa América. Algunos dirigentes del ambiente del fútbol, cabulero como pocos, habían encargado un trabajo de “limpieza” contra las malas ondas. Un cónclave de especialistas (el enano brujo de Gimnasia, el exorcista de Racing, el Colo mufa de San Lorenzo y otros) se dieron cita en el predio de la AFA en Ezeiza semanas antes del inicio de la Copa América de Chile. Luego de un asado con el plantel y fotos con los muchachos, se pusieron a trabajar. Regaron con agua bendita las canchas, bañaron con vinagre a los referentes del plantel y realizaron todo tipo de rituales para contrarrestar los eventuales gualichos existentes. A pesar de tanto laburo, los especialistas, a puertas cerradas confirmaron lo tan temido:
            -No hay nada que hacer… Tenemos la “maldición” holandesa –explicó uno de los “saca mufa”.
            -¿¿¿La qué??? –se sorprendió uno de los popes del fútbol nacional.
           -A ver… En la vida todo vuelve, muchachos. Nosotros le enchufamos a los holandeses una reina y ellos nos tiraron la yeta de salir siempre segundos. Es más, el parecido es increíble, los holandeses tenían a Cruyff, un fenómeno que ganaba todo en Barcelona y con la naranja, nada… eterno segundo. Lo mismo que le pasa a Messi.
           -La pucha… No era pecho frío entonces… Pobre pibe, está encantado, como en los cuentos de hadas. ¿Hay algo que podamos hacer? –preguntó, desconcertado, un dirigente del ascenso.
           -Es algo nuevo esto, te imaginarás que todavía estamos en ascuas con encantamientos de este estilo. Quizás pedirle a Máxima un gesto patriótico, que abdique… en una de esas, eso ayuda pero no es seguro -concluyó, desanimado, otro de los especialistas.
            Los encargados de la limpieza fallida cobraron sus honorarios, se sacaron un par de fotos más y se fueron. El final de la historia es conocido, penales y otra vez segundos. Se comenta que, por estas horas, los autoridades del fútbol trabajan arduamente para mandar un galán que logre enamorar a la Merkel, en una de esas, si le enchufamos un macho nacional a la alemana, empezamos a ganar algo.
SHARE

Ignacio Lafferriere

  • Image
  • Image
  • Image
  • Image
  • Image
    Blogger Comment
    Facebook Comment