Se
sabe que en vacaciones de invierno los padres, desesperados, no saben qué hacer
con sus hijos y, los partidos políticos, en épocas electorales, son
inescrupulosos a la hora de conseguir un voto más. Esta conjunción de
necesidades ha generado una llamativa modalidad, en estas dos semanas de receso
invernal, varias unidades básicas barriales utilizan sus instalaciones como
“guarderías para niños”. Lejos de las prácticas habituales en la educación
escolar, se brindan cursos y talleres con claros fines de adoctrinamiento y proselitismo:
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Pintura:
con aerosol, grafiti callejero veloz y stencil.
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Corte
y confección: de pancartas y banderas. Tejido de pasamontañas.
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Expresión
corporal: esquivar porrazos de la policía y técnicas para arrojar piedras.
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Manualidades:
Pegado de afiches.
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Cocina:
Chori y paty.
- Lecturas
recreativas: “El voto encantado”, “La pancarta que habla”, “Perón y los
choripanes mágicos”, etc.
- Cine para chicos: "El puntero y los planes voladores", "El Acorazado Potemkin en la tierra de las hadas", "El Che, el chi y cho, tres payasos re-volucionarios", entre otras.
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