Argentina ganó, pero la FIFA debe recapacitar.

Ganamos cómodo. Fácil. Por ahora, la verdad sea dicha, no jugamos contra nadie. Pero estos octavos de Final han servido para reflotar temas no resueltos por la FIFA, a saber:
- Los mexicanos tenían una clara ventaja de familiaridad con el polémico balón oficial del Mundial, la Jabulani. En tierras aztecas, como bien se pudo apreciar en series como el Chavo, están acostumbrados a jugar con pelotas playeras (esas grandotes, inflables y de colores mononos) de peso similar al utilizado en el partido.
- Habrá que revisar el horario de los partidos... ¡El domingo a las 15:30 hs. se duerme la siesta! Es sagrado. Es como hacer jugar a los musulmanes a la hora del rezo. Un disparate
- La utilización de las cámaras... con esto de la tecnología y l alta definición, los jugadores están demasiados pendientes de la apariencia. Remeritas apretadas, vinchas, crema en los granitos... Para personajes que no son muy amantes de la cámara, como Diego, es dificil actuar espontáneamente. Lo que le pasó a Heinze, pegarse un cabezazo con un lente, es solo la punta del iceberg, vendrán desgracias mayores... imagínense si la cámara hubiese impactado con la naríz de Jonás o DiMaría, estaríamos hablando de una tragedia.
- Los fallos polémicos. No se si estoy de acuerdo con la utilización de la tecnología para dirimir jugadas dudosas. Ser buchón también estaba mal visto en la escuela y en la vida. ¿qué es eso de andar lloriqueando como señoritas? Las cosas se arreglan civilizadamente, trompeando al referí, a los líneas y al cuarto árbitro, en la esquina cuando se van del estadio.

La FIFA debería tomar cartas en el asunto, no se si certificadas o normales, pero cartas al fin.
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Ignacio Lafferriere

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