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Hacerles
entender a los niños que la paciencia es una virtud. Ante cada “Papi, ¿cuánto
falta?” desacelere el auto, haciéndoles notar a los niños, que más impacientes
se ponen, peor para ellos.
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Estar
encerrados en el auto, en familia, es una chance inigualable para charlar y
conocernos mejor. Aproveche para hacerles confesar las cosas que rompieron o
hacerlos jurar y perjurar que mejorarán en el colegio. “Cómales la cabeza”.
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Trate
de no recaer en los artilugios electrónicos, tablets, dvd o celulares, que los
chicos comprendan la importancia de saber estar desconectado. Es una gran
ocasión para remarcarles que, si no gastasen tanto dinero en tecnología para el
entretenimiento, capaz les hubiese alcanzado para ir en avión evitando esta tortura
del coche.
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Explíqueles
cómo se divertía usted de niño, cuando viajaba con sus padres en auto. Contar
coches en la ruta, tratar de adivinar cuántos kilómetros faltan para llegar, o
el último número de la patente del camión que nos está por tirar a la banquina y otros juegos pedorros. Su hijo empezará a
apreciar mejor la tecnología obsoleta que usted les proporciona sin chistar.
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