Tal vez los que no estén al tanto del mercado actual de juguetes no lo sepan... pero, entre los niños están de moda las tablas de skate diminutas, para manejar con los dedos. En las publicidades se ven habilidosos jóvencitos que con el índice y el mayor, hacen volteretas con las patinetas en rampas a escala... ¿Cómo se pudo llegar a esto? ¿Nuestros hijos son víctimas inocentes del departamento chiquito, de la falta de seguridad en las calles, de la falta de espacio público asfaltado o solo somos unos idiotas consumistas a los que nos logran enchufar cualquier buzón?
Se ha creado toda una industria del skate de dedos que va desde los videos de entrenamiento hasta las réplicas exactas (con piezas originales) de tablas profesionales... ¡¡¡Hay campeones!!! Como los viejos campeones de yo-yo que visitaban los kioscos de los barrios o los colegios, los "ases" de la patineta en miniatura dan charlas y conferencias.
Jimmy Don, campeón iberoamericano de la disciplina explica un poco el fenómeno. "Está bueno, es un deporte que podés practicar en todos lados. El sercreto está en las uñas, por eso los niños de hoy en día se hacen la manicura. Con las uñas largas, tipo guitarrero, no tenés adherencia a la tabla. Ser un profesional como yo no es fácil, me estoy limando las puntas dos veces al día. Un pellejito es como una fractura expuesta en nuestro medio."
Llama la atención verlo urgarse la oreja y la nariz con su dedo índice y, lo que parecería una grosería, tiene para el deportista otro sentido "la cera del oído es como la parafina, lo de la nariz, es para tener más agarre".
Para nuestra sorpresa, Jimmy es un veterano en los deportes dactilares. "Había probado con la pulseada china, y el fútbol dedo, pero buscaba algo más extremo. Ahora me siento listo para probar con el sumo de dedos gordos del pie. Es mi próximo desafío."
Por último, el gran campeón nos deja una reflexión sobre las suspicacias que puede despertar un entretenimiento tan extraño, "algunos creen que esto del skate de dedos es una moda pasajera, un curro como el paddle, una estafa, un mero producto marketinero sin sustento, ni razón de ser... a esa gente yo le digo que... cuando se sientan embaucados sepan que yo no tuve nada que ver".
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